DEMONIUM

DEMONIUM

01/01/1970

VI NOCHE DEL TERROR DE SAN NICOLÁS DEL PUERTO, 11 Y 12 DE JULIO DE 2008.

 

La gran biblioteca de Alejandría, la más importante del mundo antiguo, albergaba libros únicos, de valor incalculable, algunos prohibidos; papiros repletos de ciencias, historias y todo tipo de conocimientos.


En el 391 de nuestra era, el Imperio Romano ya estaba cristianizado, fue entonces cuando el patriarca Teófilo enardeció a las multitudes contra toda forma de paganismo y politeísmo, en fanatizados incendiaron la gran biblioteca. Pero la devastación total llegó con otra religión monoteísta, en el 640 el califa Omar conquistó Egipto, las llamas consumieron definitivamente el conocimiento y saber que allí se había almacenado durante siglos.


A lo largo de la historia muchos hombres ávidos de conocimiento y sabedores de la fortuna que cualquiera de aquellos libros supondría, buscaron por los más recónditos lugares algún ejemplar que se hubiese salvado de la quema.


Se cuenta que uno de aquellos libros era especialmente codiciado y peligroso, fue perdido en uno de los incendios pero no consumido por las llamas. El libro redacta multitud de versos hermosos, poemas que describen parajes bucólicos, personajes embriagados por el amor… Todo es engañoso, la realidad bien distinta es, sus letras esconden mensajes secretos que invocan seres del más allá, demonios que se materializan en la tierra y devoran al que recita sus versos.


Alguien derramó el mal entre sus páginas. Junto a las obras de griegos y egipcios, estaba oculto en alguna de las estanterías de la biblioteca. El autor, anónimo. Aunque son muchos los que aseguran que el fue el mismísimo Satán quien lo escribió con la sangre de los condenados.


A las manos de algún incauto ha llegado este libro, embelesado por sus versos lo ha leído a viva voz… ahora él está maldito y el infierno en la tierra.


Posesiones demoníacas, sectas satánicas invocando a su Señor son el preludio de lo que está a punto de acontecer. Vienen hacia aquí, son legión y tienen hambre…